Ya no más.

Nunca más dejé; que la lluvia de cuchillos cayeran sobre mí,
les cerré la puerta,
no quiero que sepan nada.
Aguas oscuras quieren invadir mi templo;
hacer un lugar para la frialdad.
No quiero,
ya no más,
me volví una señal de prohibición,
les cerré la puerta.
Por más que esté hundido en la gracia del río oscuro,
no dejaré que invada mi templo.
Abriré cuencas,
causales,
desembocaduras,
drenare la oscuridad. 




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