BERENICE

  MI BANDERA Y ESCUDO. Una nación inalcanzable con dos montañas canelas que en sus cimas lleva estrellas. Una nación con olor a libertad con permisos de explorar.  Esa misma con calles de muchas curvas con aceras suaves y manejables. Con mirada  de oportunidad que te hace pensar que su geografía es ilimitada, es una nación fuerte que echa a cualquiera  y con leyes fuertes de migración. Una nación que en su medio; tiene puertas al paraíso con jugos que te llevan al infierno. Es ella mi nación.

  VERDAD. En las noches dudo de todo, veo las estrellas morir y me encuentro con su mirada. Escucho algunas canciones, pienso en un poema. Me queda nada más que el misterio el mismo que me habla  desde el silencio. La verdad, ¡ay, la verdad! somos una broma cósmica, Dios, el más grande,  se ríe de nosotros.

A MÍ. He querido rasgar todo, cada centímetro del alma lanzarme al abismo sabiendo que nadie me va a coger. No habrá ángel, ni maestro,  tampoco luz que me atrape. Ni el pozo más hondo, tampoco su caja movediza.  Nada me atrapará porque el abismo no es una caída, no, siempre será un puente que me llevará a mí.