BERENICE

 En el rio de la vida,  Decidieron quemarme, Yo no podía hacer nada, Pero es que mirar sus cabellos rojos Era ver el destino Pero para un humano  Era dañino. Si que quise desafiar al destino, Quise caminar con lo desconocido Si era quemarme Si era olvidar  O bailar con un jazz vacío, Pero no podía admirar esos cabellos enardecidos Si entregar algo de mí como algo divino Eras  Tú O era yo, Cuál era el destino del vicio Del navío, Así, sin ningún motivo,  Habrá algo o alguien que quede complacido.  Que queme el fuego, Que queme lo antiguo, , Nada importa Yo el vicio,  Me quedo contigo.

  Ya estás listo de nuevo. Entré en una guerra por contarle al diablo mi secreto. Y es que sabía que no debía hacerlo, ¿pero a quién más le puedo hablar de lo incorrecto? El día caía lentamente como de costumbre, y a pesar de tanto tiempo, me llegó su perfume, a su vez, el diablo tocó la puerta y empezó a tentarme con sus malezas. ¿Por qué no te acercas si quieres tus colmillos en sus tetas? mi capacidad de ignorar había aumentado gracias al camino de los dioses, sin embargo, al tener flashes la lujuria se iba apoderando de mí. ¿Estás oliendo de nuevo su piel? Sé que quieres la lengua en la miel. El diablo inteligentemente traía frases que conectaban a mi cerebro a la poesía mas viva que he vivido, entonces mis instintos con suspiros quedaban desvaríos. Ya estás listo de nuevo, nuevamente será secreto.  Mi mente sangraba y mis ojos no podían volver a la realidad. Mi cuerpo se incineraba por todo lo que imaginaba, era venus de milo en cerámica blanca, haciendo poses, diciendo l...