Cierre
Entonces la solución es parar.
Parar todo.
Detener el tiempo y el viento,
decirle a las estaciones que ya no importan.
La solución es abrazar al espejo,
no tirarle piedras.
Ya con todo en pausa,
se da el chance de tratar las heridas.
“Lo que fue, fue. Lo que pasó, ya pasó.
No eres el de ayer, pero puedes decidir
quién ser mañana.”
El tiempo y el viento reanudaron el curso.
La herida en el pecho se fue cerrando,
los miedos se fueron esfumando también.
Era un cierre, de todo.
Se cortaron los hilos del pasado,
ya no había duda alguna, no era ni su padre ni madre,
era sólo él.
Fue un cierre de todo,
y el perdón llegó a todos
la culpa se fue y junto a ella la incomodidad.
Corre y atrapa la felicidad.
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