30 pisos en un día
Preciso recordar muchas cosas en este día. No sé si fué el viaje corto en la camioneta, donde nuevamente pareciera que la carretera me contara cosas, o recordara. Puede ser que haya sido eso, porque justo en el volante, nacieron las ganas de hablar sobre los treinta. Físicamente me he dado cuenta que he ido cambiando, que ahora cuestan muchas cosas y que agarrar ritmo no es tan fácil como antes. En el fútbol veo cómo mi desorganización física me está cobrando, y me dice que he sido un descarado. También veo cómo poco a poco, me he ido calmando. No sé si un mes de reflexión basta, aunque creo que lo he meditado durante dos años prácticamente, tal vez un poco más. Pero también, siento el alejamiento hacia los vicios en general.
No sé si es que al fin puedo escuchar lo que el cuerpo me pide, o lo que el alma me implora. Pero poco a poco veo un cambio gigante. Tal vez es la altura del piso 30, que me trae una mejor visión de mi alrededor, que me trae contratos de paz para firmarlos y darle tregua a las guerras que cargo conmigo mismo. Puede que ahora pueda saborear mejor, y analizar las canciones que escucho, también está el detalle que me he estado observando tanto, que he visto lo arrogante que he podido ser y lo grosero que puedo hablar. Creo también que la capacidad de decir no a lo que no quiero, ayuda mucho. Entonces hacer lo que quiero, cuando quiero, e ir poco a poco ignorando aquella complacencia que mi ego grita en la vida. Como si llegar al piso 30 fuera encontrarme conmigo mismo, y ahora si puedo ver el largo camino.
Pienso en los ídolos artísticos que siempre me han ayudado en toda esta subida de la vida. Cerati, Marwan, Borges, Neruda, Poe, los hermanos Gallagher y los de pink floyd aunque deteste a Roger. Y hay más pero no haré una lista de las cosas que me gustan o han ido gustando.
Recuerdo poemas y canciones, junto a eso hay momentos y muchísimas emociones. Están los escalones que he subido, el piso 15, el piso 20, el hermoso piso 25 y ahora este pequeño-gigante piso 30.
Me gustaría quedar satisfecho después de este escrito, pero sé que es muy difícil que plasme todo lo que he querido y quiero decir, porque me levanté pensando en muchas cosas, en mucho qué decir y durante el día se han ido diluyendo esas ideas. También es algo que me he dado cuenta que ha cambiado. Mi memoria es algo que tengo que ejercitar, prestar atención. Mi enfoque a veces no es más que un niño sobreestimulado, y es que bueno. Ahora todos vivimos con miles de cosas que nos distraen a diario, por lo cual no es tan raro que me pase eso de distraerme con facilidad. Mientras escribo esto, me he levantado varias veces de la silla, he pensado en otras cosas que no tienen nada que ver con el escrito, he hablado con varias personas y he tarareado las letras de varias canciones que han sonado y que a su mismo tiempo me han recordado muchas cosas más que tal vez sí tienen cabida acá.
Cuando llegué al piso 22 cambié de escaleras, unas que me alejaría de una parte de mi vida, pero me construiría con el tiempo lo que soy ahora, tal vez unas escaleras que me brindó la oportunidad de conocer mi identidad, esa que tanto siempre he anhelado saber y estar seguro de ella. Para no preguntar si soy bueno o malo, que si me he equivocado o no. Porque he sido buen hijo, buen hermano, buen padre, buena pareja y al mismo tiempo no tanto, y eso está bien. Porque ahora sé que aún puedo ser mejor en todos esos ámbitos.
Aquí en el piso 30, donde curiosamente dicen que es la mejor edad del hombre. Ha llegado la aceptación del mañana, también del ayer. Si que ahora más que nunca, estoy seguro de las cosas que me gustan, y también estoy seguro de la incertidumbre que siempre cambiará los días, y acepto que eso está bien.
Al final, este escrito no es más que un recordatorio para mí, para saber que todo ha estado bien y estará mejor. También para estar agradecido con todo lo hermoso que he vivido y seguiré viviendo.
Dijo Gus: Siempre es hoy. Yo, me despido, sabiendo que debo seguir subiendo las escaleras y que un nuevo capítulo se ha abierto para ser escrito.
Buenísima esta reflexión personal acerca de un cambio de década. Muy acertada las palabras acerca de las emociones y el tránsito entre las etapas de la vida.
ResponderEliminarMuy agradecido con tus palabras! Siempre
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