Meditaciones: I Introducción, La Fe y la Iglesia.

 Introducción

Inspirado por Marco Aurelio, he decidido escribir mis propias meditaciones, abriendo un espacio para que mis pensamientos puedan convertirse, tal vez en una opinión, o para poder ver aquel punto de vista que discuto conmigo mismo, al final al ser escrita la idea, tal vez leyéndola pueda encontrar otro significado lejos del mismo que se dió al principio. Aunque puede tornarse algo muy personal, voy a tratar que la idea se mantenga clara, con un tono siempre poético o literario, haciendo que se note esa abertura del hombre que vive y del que escribe. 

1. La Fe y la Iglesia. 

Después de largos años que se han ido desvaneciendo de una manera irónicamente rápida, he vuelto a pensar sobre la acción de ir a la iglesia. Y no sé sí es un llamado pero siento que debo escucharlo como si fuera mi cuerpo quien habla o aún más profundo; mi alma. No creo que al hablar sobre esto o traer a la mesa este “deseo” cambie mi postura que es un tanto combatiente, o podríamos llamarla rebelde para un católico o perteneciente a una iglesia. Es un gran misterio esto de la fe, de Jesús, el de la vida o de dios. 

Si algún dios me lee, o si Dios me lee. Agradezco la guía, y sigo solicitando la misma. Esa guía que me lleva hacia la calma absoluta, absuelta de culpabilidades y a lo mejor llena de pecados, porque no hay que perder la humanidad, una guía llena de la energía que envuelve todo alrededor.