Language problems

Difícil ha sido no poder pensar las cosas en mi lengua natal. He abandonado muchas ropas, y las letras son las mismas aunque no tienen el mismo orden. Paso miedo. El frío a veces toca todo mi cuerpo, empieza desde la garganta y recorre todo muy lentamente. Termino congelado y proyecto en mis ojos aquella vieja historia bíblica, no puedo comprender por qué Dios no quería que el hombre llegara al cielo. Esa torre nunca iba a ser tan inmensa como él. Babel sólo sería un nombre.

Ya pasó mucho tiempo desde aquel acontecimiento, pero yo estoy viviendo en este presente la condena por tal acción, después de tantos años sigue vigente. Me pregunto si el latín seguiría con vida, o el mismo griego, o si esos idiomas hablaríamos. Hablo de esto, porque hubiese sido más fácil para mí poder marcharme de sitio en sitio y todos habláramos igual. No saben lo terrible que es que te cambien los nombres de las cosas, estoy volviendo a vivir, dando mis primeros pasos. Digo papá y mamá en una nueva lengua, pronto diré casa y automóvil, y así poco a poco. No culpo a los hijos de Abraham por su fechoría, siempre es un misterio el cielo. Todos alguna vez hemos querido tocarlo, vivir en él, tal vez colocar una hamaca en una nube y tener agua de coco con ron en un vaso mientras el sol pega más de cerca. Hay que admitir que yo tampoco lo compartiría, puede que esa fue la objeción que tuvo Dios, puede que sólo quería que le pidieran permiso o le avisáramos, no que lo desafiaran. Hay muchas opciones tras esa historia, sería una locura ponerse en las botas de Dios, pensar en lo que él pensó en ese momento, siendo así, qué pensaría cuando echó andar el diluvio. Gracias a él, no lo he visto enojado.

Las historias bíblicas están muy presentes hoy en día, sean ciertas o no. Yo sólo hubiese querido que el mundo hablara aún una sola lengua, aunque, no sería tan interesante cada región. Ya llevamos tanto tiempo así que es lo que pienso. Estamos tan apegados a la historia y a lo sucedido, que no vemos las ideas que están flotando en el aire, en el espacio, tal vez en el mismo cielo que hemos querido caminar.

Ya no hay vuelta atrás, pasaré miedo y como un niño pequeño seguiré hablando mejor, también debo y debemos aceptar que las cosas se harán en base a lo que sabemos, pensaremos y actuaremos según lo que sabemos, y es general, si. Es difícil huir de este mundo lleno de prejuicios, de este mundo que siempre quiere tener la razón. Ojalá pudiera un ángel bajar y explicarme varias historias, decirme lo que ha pasado y porqué todo se ha mezclado de esta manera. Saber en verdad cómo se llaman las tierras que le pusimos fronteras y sobre todo, que me explique así sea como un secreto, porqué Dios decidió crear varios idiomas.


But I suspect that at the end, all of us will talk with the same language

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