estación
Un verano fue un martirio. Pero ahora no sé en qué estación estoy, y a veces pienso, que ese verano no fue tan eterno como lo pensé. Eterna se ha hecho la guerra y sigo ganando, pero cada vez que estoy cansado pareciera que empiezo desde cero.
Cuántos suspiros se echarán
cuántas noches...
No importa, creo, la verdad.
Al final, siempre hay un final.
Comentarios
Publicar un comentario