El Rey que nunca supo que es un Rey

Como después de reinar tantos años la misma tierra, te das cuentas que no la has recorrido siquiera. Y agarras un caballo y ves que en las esquinas donde el enemigo te puede atacar facilmente están acabadas. Volteas y ves a tus soldados cansados, todos tienen tu cara. Los cervezeros los cocineros, todos escondidos en la misma amargura. Y te detallas, ves tu atuendo lleno de sangre aunque tu cuerpo va al compás de la sonrisa de la cara. Alzas la voz, y como rey que sigues siendo exiges que todo pase. El pueblo que iba al compás de la sonrisa de tu cara reclama. Y la disputa se forma y la monarquía se ve amenazada. Llueve alrededor las espadas la polvora la felicidad y la nostalgia, todo en el campo. Todos se despedazan y encima de los cuerpos sigues tú como un rey, con el mismo atuendo sin solucionar nada, todo lleno del rojo que a veces si...