La Identidad en Apellidos

 Maldonado Ramirez.


Han pasado 31 años desde que esta historia nació. Desde entonces; el aprender, el comprender y las aventuras han sido las bases para construir a este escritor que hoy irónicamente les escribe. 


La curiosidad fue y es parte de mi ser, lo cual ha hecho que tenga ese impulso de averiguar orígenes y también que ha hecho que trate de entender esta vida humana a la cual estamos destinados vivir. 


No quiero profundizar tanto, al final lo que quiero expresar es algo más sencillo, es una mala maña querer adornar las cosas. Hablar del origen de mi apellido es algo que me gusta pero no tiene cabida aquí y lo que me importa ahora es este núcleo formado por seis personas. 


Es fácil saber de donde provienen ciertos gustos que tengo o también mis puntos de vistas y claro, he ido forjando mi propia identidad a mi manera pero venir de dos personas con esencias de hippies te da algunas ventajas. Un comerciante con alma intelectual cercano al arte me alegó esta adicción a la música y a los libros, y una mujer llena del mundo me trajo las preguntas para volverme un filósofo también ese espíritu  viejo me despertó las místicas ganas de tal vez creer ciegamente o de tal vez ser alguien con fé. Claro, de estos ambos personajes entonces vino el saber hacer unos cuantos platos, algunos colores, cierto sabores o gustos. De allí viene el querer por Argentina, el amor por el aurinegro y cómo no la sensibilidad, el romanticismo, los sueños y la capacidad de siempre levantarse de nuevo. No olvidar el quesillo y las buenas salsas de pastas como muchas cosas más que estoy olvidando y para cerrar; Gary Moore, Sabina y Sanz. 


Así como yo forjé mi identidad también lo hicieron los primeros. Entonces el primogénito me heredó el cine y el amor a Boca Juniors. La segundogénita me enseñó ciertas cosas del respeto también a ser un poco rebelde (desde entonces comprendí algunas cosas sobre ser libre) me vistió y con ambos saboreé un poco el licor. 


Mi sucesor absorbió todo esto también de una manera distinta (sucesor como si esto fuera un cargo) en mi caso, la verdad no sé que he podido heredarle. Pero yo sí de él he tomado la modernidad, también el respeto hacia el Milán, los gustos por cierta música vaga y aprender a ser más suave y la responsabilidad de tal vez ser una especie de guía. 


A todo esto, podemos notar que los seis recopilamos cosas compartimos de maneras distintas. Puede que esto sea la identidad; un conjunto de cosas que heredamos, cosas que nos quedamos y otras que desechamos, otras que son permanentes como la sangre. Así es como también damos con el destino y no queda más que agradecer.



Al Nucleo Maldonado Ramirez.

Un libro que Borges y Bukowski habrían querido escribir.


















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